Me siento triste
como un hombre encarcelado
por miles de días solitario
Me siento triste
como si toda mi vida fuera un recuerdo
y yo el nostálgico que la suspira
Me siento ahogada
como si la pena durmiera en mi pecho
y al despertar se volviera corpórea
Y me siento frustrada
porque sé que todo esto es una ola
que desaparece y apenas deja una estela
Pero sigo triste
porque no importa lo que mi razón diga
la pena está despierta y no es fácil dormirla
Un grupo de hombres se pusieron a mezclar arcilla y, con ella, cada uno creó una vaca de tamaño natural, con sus cuernos, orejas, pezuñas y abultado cuerpo. Luego, todos a la vez, tomaron una cuerda y se ataron con ella para que nadie pudiera robárselas. Y, debido al cansancio, se durmieron.
Al despertar, se vieron presas de las vacas, atados aún por las cuerdas y, sin saber muy bien qué hacer, decidieron seguir con sus actividades cotidianas con el animal de arcilla a cuestas. Después de un tiempo en esta incómoda y agotadora situación, empezaron a rebelarse, molestos de su destino. Unos, olvidad
Voy camino a la plaza Brasil. Me bajo del metro y camino por las calles que conosco de memoria. Ventosas, oscuras, con charcos de luz dependiendo de la hora, pero siempre con algo de sombra. Un millón de recuerdos me asaltan mientras el viento me empuja. Mi padre, con su andar lento y sus lentes oscuros, mi madre, cansada pero siempre sonriente. Mi mejor amiga de la infancia, con quien peleé, reí y lloré; con quien podía enojarme tranquilamente, ser enemiga un día o dos, y luego jugar como si nada hubiera pasado.
Llego a la plaza y siento el típico gorgeo de los pájaros, veo las bancas de metal, los be
Todos mis antiguos amaneceres by FranEdwards, literature
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Todos mis antiguos amaneceres
Ya son las 7,05 y todabía no puedo abrir bien los ojos. El televisor baila en mi vista desenfocada y veo los titulares de hoy, o más bien, de hace tres días. Puros refritos de los noticiarios anteriores. Me levanto y tirito sin parar. Una vez lavada, con el uniforme puesto y con un poco de leche caliente en el cuerpo, salgo a la calle.
La neblina no me deja mirar más allá de dos metros de distancia, el vapor sale por mi naríz, así que me subo la bufanda y voy al paradero. Dos micros pasan de largo porque están a reventar. La gente y yo, nos empezamos a poner nerviosos. Muchos miran el reloj, otros haci
Introduccion a la vida de Susana by FranEdwards, literature
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Introduccion a la vida de Susana
Este no es un cuento de hadas ni una historia fantástica. No sabrás de brujas, duendes, dragones o fantasmas. Sólo conocerás la vida de una niña. Y quizás, si eres afortunado, verás como hasta la realidad más aburrida puede volverse una mágica, aunque terrible aventura. La que relatare a continuación, ocurrió hace un tiempo atrás, en un triste y grisáceo internado para señoritas.
Susana había llegado allí por una fatídica jugarreta del destino. Luego de que su madre muriera de una gripe mal cuidada, su padre sucumbió en el oscuro y tormentoso mar de la
Hace tiempo un niño conoció a una niña. La vio porque su cabeza sobresalía por entre las cabezas de las demás personas. Era la primera persona a quién podía ver claramente, sin que se confundiera entre los demás, y a decir verdad, le pareció muy bonita. Por lo que a través del mar de gente que los separaba, se puso en puntas de pie y le habló. Ella le correspondió el saludo y así comenzaron su amistad.
Pasando el tiempo y al conocerse mejor, notaron que se gustaban mucho y que su relación se hacía más fuerte. Pero él aún así, se sentía muy lej
Un viejo se sentó a tocar el violín. Buscó una sinfonía que recordara tocar en su juventud, cuando el Sol recién nacía y y el invierno aún no había sido creado, cuando esta la melodía que lloraba el violín fue la que hizo al calor sentirse triste y solo, mientras el viento, compadecido de la soledad del calor, llamó presuroso a las nubes para que lo acompañaran, sin dejar que estas alcanzaran a quitarse el abrigo de agua que las cubría y que al escuchar la canción se les resbaló de melancolía. Finalmente, el Sol, para cubrir sus apariencias de gran padre fundador,
Después de mucho correr, me encontré en medio del claro de un bosque.
Charcos de un frío sol podían verse de tanto en tanto en el suave oleaje del pasto, que desaparecía más adelante en la neblina que escondía a los árboles más lejanos. Un fuerte viento me empujó, sacudió a los árboles e hizo que llovieran las últimas hojas rojas y amarillas del otoño. Al mirar al cielo, vi unos nubarrones grises que ocultaron finalmente el Sol, mientras el frío me hacía esconder las manos en las mangas del chaleco.
Gruesas gotas de lluvia comenzaron a caer, primero silenciosa